Primero que nada... Esta es la imagen de hoy:
"KIKI"
De Matthew McDermott
PUERTO PRÍNCIPE, HAITI, Enero 21.- El rescate de un niño de cinco años con vida ocurrido ayer en medio de las ruinas de la devastada capital haitiana, ha hecho mantener en pie las esperanzas de los rescatistas de encontrar nuevos sobrevivientes a más de una semana del violento terremoto que azoló al país.
El nombre del menor es “Kiki” y su cara refleja la alegría que sintió al ser sacado de los escombros de su casa, sonriendo y abriendo los brazos. “Fue una escena sorprendente”, dijo una testigo al diario The Sun.
"Ha sobrevivido al peor infierno atrapado bajo toneladas de hormigón por una semana, pero cuando apareció su sonrisa podría haber iluminado toda la ciudad”, añadió la mujer.
El momento fue captado por el fotógrafo del New York Post, Matthew McDermott, quien calificó como un hecho sin precedentes el rescate de “Kiki”. “Fui testigo de un milagro”, afirmó.
"Me he pasado siete días agotadores rodeado de interminables imágenes de desesperación y destrucción", dijo el gráfico.
Respecto al rescate, McDermott dijo que iba caminando por las ruinas de un barrio donde trabajaba con un equipo de policías de Nueva York sobre un montón de escombros.
"Se había confirmado que, sorprendentemente, dos niños estaban vivos bajo los escombros de un edificio de tres pisos. Algunos trabajadores utilizaban sierras y taladros neumáticos, otros trasladaban cubos llenos de escombros”, explicó el hombre, según Sky News.
"Estaban desesperados por llegar a los niños, pero tuvieron que tomarse su tiempo, se movían rápido…el tiempo pasaba con una agónica lentitud”, añadió.
Después de tres horas de trabajo, los rescatistas pudieron llegar a los menores. La primera en salir fue la niña “pero el muchacho, quien dijo que se llamaba Kiki, tenía miedo de salir. Fue sorprendente, después de estar siete días terribles en la oscuridad”. De hecho, para que el niño saliera debieron llevar a su madre quien le gritó “Kiki”: "De repente, se asomó y esbozó una sonrisa que iluminaba la escena. Tomé mi cámara y tomé tal vez la foto más memorable de mi carrera. La sonrisa de Kiki vivirá conmigo para siempre", aseguró.
Ocho días atrapado bajo el peso de mil escombros, sin luz, sin agua, sin nada que llevarse a la boca. Ocho días sin ver a su madre y su familia. Ojos hundidos por la deshidratación. No hay lágrimas porque los más pequeños siempre guardan la esperanza. No hay dolor porque la vida es todavía un juego para ellos. Por eso, cuando se hace la luz, cuando se acaba la pesadilla,… siempre hay una impresionante sonrisa. Kiki ha vuelto y viene para terminar el juego…
"KIKI"De Matthew McDermott
PUERTO PRÍNCIPE, HAITI, Enero 21.- El rescate de un niño de cinco años con vida ocurrido ayer en medio de las ruinas de la devastada capital haitiana, ha hecho mantener en pie las esperanzas de los rescatistas de encontrar nuevos sobrevivientes a más de una semana del violento terremoto que azoló al país.
El nombre del menor es “Kiki” y su cara refleja la alegría que sintió al ser sacado de los escombros de su casa, sonriendo y abriendo los brazos. “Fue una escena sorprendente”, dijo una testigo al diario The Sun.
"Ha sobrevivido al peor infierno atrapado bajo toneladas de hormigón por una semana, pero cuando apareció su sonrisa podría haber iluminado toda la ciudad”, añadió la mujer.
El momento fue captado por el fotógrafo del New York Post, Matthew McDermott, quien calificó como un hecho sin precedentes el rescate de “Kiki”. “Fui testigo de un milagro”, afirmó.
"Me he pasado siete días agotadores rodeado de interminables imágenes de desesperación y destrucción", dijo el gráfico.
Respecto al rescate, McDermott dijo que iba caminando por las ruinas de un barrio donde trabajaba con un equipo de policías de Nueva York sobre un montón de escombros.
"Se había confirmado que, sorprendentemente, dos niños estaban vivos bajo los escombros de un edificio de tres pisos. Algunos trabajadores utilizaban sierras y taladros neumáticos, otros trasladaban cubos llenos de escombros”, explicó el hombre, según Sky News.
"Estaban desesperados por llegar a los niños, pero tuvieron que tomarse su tiempo, se movían rápido…el tiempo pasaba con una agónica lentitud”, añadió.
Después de tres horas de trabajo, los rescatistas pudieron llegar a los menores. La primera en salir fue la niña “pero el muchacho, quien dijo que se llamaba Kiki, tenía miedo de salir. Fue sorprendente, después de estar siete días terribles en la oscuridad”. De hecho, para que el niño saliera debieron llevar a su madre quien le gritó “Kiki”: "De repente, se asomó y esbozó una sonrisa que iluminaba la escena. Tomé mi cámara y tomé tal vez la foto más memorable de mi carrera. La sonrisa de Kiki vivirá conmigo para siempre", aseguró.
Ocho días atrapado bajo el peso de mil escombros, sin luz, sin agua, sin nada que llevarse a la boca. Ocho días sin ver a su madre y su familia. Ojos hundidos por la deshidratación. No hay lágrimas porque los más pequeños siempre guardan la esperanza. No hay dolor porque la vida es todavía un juego para ellos. Por eso, cuando se hace la luz, cuando se acaba la pesadilla,… siempre hay una impresionante sonrisa. Kiki ha vuelto y viene para terminar el juego…
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